La leche de almendra es una alternativa saludable a la leche de vaca. Un producto 100 % vegetal, sin colorantes ni conservantes y con menos lactosa o gluten, lo que la convierte en una bebida apta para todo tipo de personas, incluyendo las alérgicas.
Todos los beneficios de la leche de almendra
Es muy nutritiva
Contiene proteínas vegetales, vitaminas A, E y D, calcio, hierro, magnesio, zinc, omega 6 y potasio.
Excelente antioxidante
Gracias a su alto contenido en vitamina E ayuda a prevenir enfermedades como el cáncer y a retrasar el envejecimiento.
Para mejorar el colesterol bueno
¿Sabes que ayuda a reducir el colesterol malo con mayor eficacia que el aceite de oliva? Te ayudará a fortalecer el corazón.
Para intolerantes a la lactosa
Es una estupenda alternativa, ya que contribuye a tener mejores digestiones.
Para el pelo, la piel y las uñas
Su contenido en B2 favorece que tu pelo y tus uñas estén mucho más fuertes. Tu piel lucirá mucho más hidratada.
No engorda
A pesar de que muchas personas creen que la leche de almendras engorda más que la leche de vaca no es así. Mientras un vaso de leche de vaca contiene unas 86 calorías, un vaso de leche de almendra apenas supera las 70 calorías.
Para problemas gastrointestinales
Su alto contenido en fibra protege las paredes de los intestinos, por lo que es buena para todo tipo de problemas intestinales.
Es buena para las diarreas y los vómitos
La leche de almendras es rica en potasio. Tomándola recuperarás este mineral perdido en las diarreas y vómitos.
Para la tiroides
Esta bebida contiene químicos naturales que inhiben la absorción del yodo, sustancia que daña la tiroides. Si no padeces alteraciones en el funcionamiento de la tiroides puedes tomar leche de almendras de forma moderada sin problema.
Ya no tienes excusas para no beneficiarte de sus cuidados y su delicioso sabor.