¿Cómo mantener sanos los almendros los meses estivales? Del ciclo de vida de la almendra, el verano es una de las épocas que más disfrutamos en Chirlata. Los almendros se llenan de verde, de vida.
Pero mientras esperamos que la almendra siga creciendo y madurando dentro de esa cáscara verdosa, tenemos que asegurarnos que los árboles están sanos.

Cuidamos de nuestros almendros respetando las normas de un cultivo ecológico, sostenible y respetuoso con la biodiversidad. En Chirlata somos muy conscientes de los beneficios y ventajas de la agricultura ecológica, por eso no utilizamos productos transgénicos, herbicidas, plaguicidas o fertilizantes artificiales.
Entonces, ¿cómo mantenemos a raya las plagas o curamos nuestros almendros en el caso que se vean afectados por alguna enfermedad? Lo más importante es la prevención.
- Para ello, con el laboreo que hacemos durante el año, recuperamos y prolongamos la fertilidad del suelo, lugar donde empieza la salud de nuestros almendros.
- Igualmente primordial es vigilar la calidad del agua, en la que algunas sustancias de productos sintéticos acaban filtrándose, contaminando aguas subterráneas y produciendo la sobre expansión de algas.
- Con la poda, además de regular la capacidad de producción de los árboles, eliminamos maderas viejas y renovamos el almendro, activando una garantía de vigor y salud frente a enfermedades.

Si llega a pasar lo inevitable y una plaga afecta a los almendros, lo más recomendable es actuar en el momento crítico. En la agricultura ecológica hay que ser muy respetuosos con nuestros aliados, la fauna auxiliar.
Para eso hay que esperar a tener la plaga, medir su dimensión, posibilidades de evolución y propagación y en caso de tener que actuar ser selectivos y tratar solo en las zonas donde tenemos afección. Las más convencionales son las del pulgón, orugeta, mosquito verde, araña roja o mosca blanca.
Frente a nuevas enfermedades, como el gusano cabezudo, hay que tomar otras acciones. En Chirlata, además de cazarlos uno a uno, en los árboles afectados también aplicamos una solución de agua y vinagre agrícola para sanarlos y dejar que actúe como un repelente natural.
El almendro es el árbol que mejor soporta el incremento de temperaturas y la sequedad de la atmósfera, pero aún así conviene refrescarlos un poco. Además, la tormenta de calima que llegó en plena floración y dejó los almendros cubiertos de arena del desierto, aunque ha mermado la cosecha, ha protegido los árboles frente a otras plagas comunes.
Seguiremos vigilando muy de cerca nuestros almendros, cuidándolos y disfrutando de verlos cada vez más cargados de almendras verdes. En unas semanas la almendra perderá el borrego y ya casi estarán listos para la cosecha.